l sonido de la lluvia se hacia sonar cada vez mas y mas fuerte, y tras abrir los ojos, quise darme cuenta de lo que me acontecía, estaba en un lugar extraño, todo lo que me rodeaba, estaba derruido, la lluvia caía incesantemente, y mi cuerpo, paralizado por la incertidumbre, no podía responder a mis movimientos...
Entonces desperté.
-Ah!, uf..-jadeando sobre la cama, mire por la ventana, y nada parecía raro, todo seguía igual, las personas compraban en el mercado rebosante de vida, y todo parecía tranquilo...
Tras levantarme de la cama, y caminar hacia el espejo, me fui vistiendo.
Ups, casi se me olvida, voy a presentarme, soy William Christopher Frank, aunque los que me conocen me llaman Frank...
Mientras se miraba ya vestido en el espejo, se podía apreciar sus rasgos físicos, era delgado, con el pelo largo de color castaño y los ojos marrones como una castaña de otoño.
Soy el príncipe del imperio Zaphir, uno e los 7 grandes imperios, pero a pesar de eso, no soy ningún niño consentido, tengo 17 años, y manejo la espada, soy bastante bueno según mis maestros pero aún me falta mucho que aprender.
Mientras bajaba las escaleras desde sus aposentos al comedor de palacio, fue colocándose los guantes mientras tarareaba.
-Hola padre- saludo Frank al llegar a la cocina, que allí sentados e hallaba su padre, el rey de Zaphir.
-Hola hijo, ¿qué tal el día, que piensas hacer hoy?- pregunto su padre, que era un hombre, a pesar de todo joven, de pelo corto y ojos negros como el carbón su nombre era Drak, portaba armadura y sobre la mesa se encontraba su gran espada con la empuñadura en forma de Dragón y reluciente hoja del mas puro acero.
Sentados los dos en la mesa, mientras desayunaban, Drak, le dirijo una mirada serena a Frank, y tras unos segundos le dijo con una voz bastante fría:
-Frank, ¿sabes que me voy a una misión?.
-Lo sé padre, no pasa nada se que volverás sano y salvo, eres el tío mas fuerte que conozco- dijo confiado Frank.
-Hijo, me alaga que pienses eso de mi, pero debes empezar a tomarte esto mas en serio, soy el rey de Zaphir, y como rey hice el juramento de proteger a los habitantes, y al imperio en sí...
Solo quiero que sepas, que no viviré eternamente, y quiero que seas fuerte, porque todo esto te pertenecerá algún día, quiero transmitirte mi legado, antes de perecer en batalla...- tras ese pequeño discurso, Drak hecho la cabeza hacia abajo y suspiró.
Padre, seré mas responsable si es lo que deseas, mas aún así, ¿hay algo que me ocultes?..- pregunto Frank algo preocupado.
Sin mas Drak se dirijo hacia dentro y Frank, intentando olvidar lo hablado, cogio su espada, y salio de palacio, mientras salia por el pasillo, se admiraba el enorme castillo, y la fortaleza del imperio que se divisaba a lo lejos, sin duda Frank siempre dijo que era un lugar maravilloso para vivir.
Me dirijo a explorar las ruinas de detrás del bosque Bermellón, allí entrenare con la espada, dentro de poco serán los torneos del imperio y este año pienso presentarme y ganar.
En otro lugar, mientras Frank entrenaba duro, Drak mantenía conversación con una extraña silueta...
-Se que te he avisado con poca antelación y este plan conlleva bastante peligro, pero aún así estoy dispuesto a lo que sea por favor te ruego que cumplas el trato- suplico Drak.
-Señor Drak, usted no sabe con quien trata, seremos mercenarios pero cumplimos ordenes de cualquier cliente que nos ofrezca su dinero, no se preocupe nunca fallamos.
-Yo por mi parte, esta misma noche saldré con mi ejercito a las afueras de Adamant, capital del reino, a negociar con el rey Silíx, mientras tanto vosotros cumpliréis lo mandado, no os pediré que paréis la guerra ni mucho menos, pero si podéis salvar le la vida a alguien os lo agradeceré.
-Descuide Sr. Drak, se que tiene un hijo de 17 años ¿verdad?.
-Si, es un chico bastante bueno, y le encanta meterse en líos, no quiero que le pase nada, ni a el ni a los habitantes, a si que esta misma noche cuando yo parta de aquí, les di la orden a los que quisieran que abandonaran el imperio.
Los que no, que hagan lo posible por evitar que derriben el fuerte.- aclaro Drak
-Sr. Drak, solo una ultima duda, ¿Qué pasaría si usted pereciera?, tiene que tenerlo pensado todo, ¿su hijo, con quien ira?
-Sinceramente no lo se, creo que es mayor para decidir su destino, confio en que siga mi legado, y nunca caiga en las garras de la oscuridad...- dijo convencido Drak
Sin mas dejaron e conversar y Drak partió del imperio a las 12 de la noche de ese mismo día.
Fin del prologo.
jueves, 29 de julio de 2010
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